viernes, 27 de julio de 2012

Punk y menemismo


Flema es una mierda, el ensayo de Diego Vecino, apunta y dispara sobre el clima cultural de los noventa.

Txt. Javier Garat | Ilust. Matías Fernández Schmidt

Se pueden decir muchas cosas sobre Ricky Espinosa, que sus canciones son chotas, que son una mierda. Es usual, también escuchar que era feo, desagradable, drogadicto o borracho. Pero lo que nunca, nunca se podrá señalar es que Ricky era un careta. Es por eso, por haber vivido con una sinceridad trágica, que su biografía resulta ideal para des-tartalar el sentido común que esconde el gris de los noventa en pos del flúo y la pizza-con-champagne.

El libro de Diego Vecino es, como mínimo, distinto. Ubicado en un cruce extraño entre la biografía de un personaje atípico y marginal y el ensayo sociológico, Flema es una mierda apunta a re-leer la historia reciente. Develando los hilos invisibles que conectan y dan sentido a retazos de una época, Vecino re-crea un clima donde la Su, los viajes a Miami, el glamour y la merca se superpusieron con el tetra, el punk y el tedio en una esquina gris del conurbano.


Originalmente, el ensayo fue lanzado en formato digital. “Creía que ninguna editorial iba a estar interesada en editar este libro”, cuenta Vecino. En la inmensidad de Internet lo encontró Walter, de la editorial Mancha de Aceite, y lo publicó. La tapa original sentenciaba: “El último libro que vale la pena leer antes de la muerte de la industria editorial”. Los disparadores del ensayo son la vida, obra y muerte de Ricky Espinosa, líder memorable de Flema, mítica banda punk del sur del Gran Buenos Aires. Interpretando la vida pública y privada del cantante, Vecino señala cómo Espinosa puso en crisis la sensibilidad y los valores que inevitablemente estaba imponiendo el relato cultural menemista. Como explica el autor, “(Los años noventa) están muy analizados desde muchas perspectivas y ese análisis en términos generales terminó cristalizándose y convirtiéndose en un sentido común. Agarrarlo por el lado de Ricky Espinosa era interesante. Además, no puedo hablar de él si no hablo del momento de desarrollo y hegemonía del neoliberalismo como lógica de acumulación económica y el ‘posmodernismo’ como lógica cultural del capitalismo tardío”. 

A lo largo del libro, Vecino identifica los dos grandes relatos: el menemismo y el rock. Si el primero impone una ficción al mundo, el rock, encarnado en Ricky, mina con sospechas este relato. Apunta con su música y su vida a señalar los puntos ciegos, los equívocos y las contradicciones en las certezas de un relato desfasado de la realidad del país. Permite, así la incorporación de otras historias y estéticas que permanecían en las sombras y que nada tenían que ver con Marpla y las topmodels. Ricky era el último bastión de la resistencia barrial al brillo tétrico y la sonrisa dura de la cultura oficial.


Son muchas las cuestiones que parecen diferentes luego de este viaje por el averno noventoso. El devenir de Los Redondos, hijos de la creencia de que podía cambiarse el mundo con una canción, aparece ahora como la derrota cultural de la clase media. César Aira, por su parte, muta en el gran escritor menemista, garantizando la incorporación de su lógica cultural a través de sus operaciones literarias. Puede leerse, también, la relación entre las clases sociales a partir de una frase de Mario Pergolini que, según se ve, no está tan lejos de Tinelli. Y así, el ensayo no para de sugerir caminos y estallar certezas, animando al lector a correrse del sentido común y leer el propio presente en otra clave. 

Flema desapareció pero su derrotero marginal no fue en vano. Hoy la escena se renueva recreando viejos códigos de barrio. Según Vecino, la musica está “muy vital y productiva” y agrega: “Hay bandas que me gustan mucho, festivales que me encantan, productores que tratan de democratizar el acceso a artistas que de por sí son portadores de una sensibilidad democratizante, barrial y muy genuina, que reprocesa muchas tradiciones de manera muy compleja. Esto, en parte, es gracias a Flema.”

No hay comentarios:

Publicar un comentario