Tres
editoriales especializadas en historietas y novelas gráficas cuentan
cómo surgieron y a dónde quieren llegar en su cruzada para imponer
el género en la Argentina.
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Gonzalo Sánchez Segovia - @gonzalo_ss
La Editorial Común |
La
historieta está buscando su lugar: escapar del gueto de las
comiquerías y ganarse un espacio en las librerías. Aunque a veces
está oculta en los anaqueles de humor o en la sección infantil, es
un poderoso género de narración con el que se pueden contar
historias complejas. Editoriales que se dedican exclusivamente a este
género buscan encaminarlo al sitio que le corresponde luego de años
de permanecer escondido en el under o las contratapas de los
diarios.
El
historietista Liniers y su esposa, la escritora Angie del Campo,
decidieron crear la La Editorial Común para promover a otros
artistas con libros que también sean un objeto valioso. Sólo
publican novelas gráficas y las tiras de
Liniers. “La idea es que Macanudo banque la edición de
otros títulos y, aunque no alcanza, es algo”, explica Angie. Con
un catálogo amplio, intentan instalar este tipo de producto
editorial en el país: “Es algo que acá (casi)
no existe y nos parece un formato muy interesante de la narrativa. En
los artistas buscamos una estética que nos guste y que sean
diferentes entre sí. El concepto todavía no aterrizó en la
Argentina y con la página tratamos de comunicar sobre la novela
gráfica, qué está pasando afuera y darle un contexto a las obras,
ya que buscamos publicar tanto autores nacionales como
internacionales”.
Galería Editorial |
Con
un perfil diferente, Galería Editorial nació cuando dos
amigos que llegaron a Buenos Aires desde Bahía Blanca para
estudiar, tuvieron ganas de publicar historietas de conocidos. Además
del lanzamiento reciente de las obras de Grego y Andrés Alberto, en
Club Cultural Matienzo, (ambas tiras humorísticas), tienen la idea
de editar libros de
arte. “Nos interesa el humor. En los autores buscamos frescura, ese
ingenio que te quiebra un poco, que tuerce el sentido común. Nos
gusta el concepto de libro con impronta gráfica, por eso nos
interesa ir para el lado de las artes plásticas”, cuenta el
editor, Matías Duarte.
Por
su lado, Moebius es más que una editorial, también tiene una
tienda en Almagro y próximamente abrirá otra en la galería Patio
del Liceo. La idea surgió de tres amigos fanáticos de los cómics
que decidieron empezar a editar a los dibujantes que les gustaban,
para ocuparse de todos los detalles y generar productos de calidad.
En su haber tienen nueve libros de temas variados y diez números de
Chikismiki, una revista interdisciplinaria de la que sólo
participan chicas. “Buscamos tirar centros para varios lados,
abrirnos a diferentes estilos, porque veíamos que el mercado estaba
muy limitado. Gustavo Sala y Lucas Varela son bien del palo de la
historieta, Patricio Oliver y
DGPH son representas de cierto estilo que mezcla diseño e
ilustración y Carlos Nine va por el lado de la plástica. Nos
caracterizamos por eso, por llevar historieta a otros públicos”,
define el editor Martín Ramón.
Moebius |
Las
tres editoriales coinciden en que la mejor manera de vender es de
forma directa a través de Internet, y que la principal dificultad
que tienen es la distribución en las tiendas de libros por falta de
espacio o interés por parte de los libreros. Pero igual no se
resignan: “Nos parece que tienen que estar en las librerías porque
es el ámbito natural del libro y porque crea nuevos lectores”,
asegura Matías, y Martín, de Moebius, coincide: “Si están
expuestos, los títulos se venden. Son atractivos y hay mucha
variedad. El tema es la exposición”. Ninguno lo hace con fines
comerciales, sino para llevar un género que los apasiona a un
público más amplio y así poder inspirar a nuevos artistas. Lo que
no quieren es permanecer al margen: “La verdad es que el esfuerzo
está en llevar los libros a la gente, y es difícil porque las
librerías están empapeladas con otras cosas”, concluye Angie.
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